DON MANUEL DAVID RAMÍREZ AGUIRRE

Nacido en 1844, falleció en Sullana el cinco de agosto de 1825 a la edad de 83 años. Hijo de don José Hermenegildo Ramírez Duarte (1801) y de Doña Josefa Aguirre (1807-1897), nieto de don Francisco Ramírez y Baldés (~1766-1805) y de doña Narcisa Duarte y Ramírez, bisnieto de don Manuel Ramírez de Arellano y de doña Marciana Baldés de Montenegro y Calderón del Castillo (1751)

Don Manuel David, contrajo matrimonio con doña María Esther Celi Vidal (1861, hija de don José María Celi y doña María Hilaria Vidal), en la parroquia San Pedro Apóstol de Catacocha, el 21 de diciembre de 1882. Fueron sus hijos Josefa Esterfilia (1889), Luz Rosaura (1889), Manuel Reynaldo (1892), Teresa Evangelina (1894), Carmen Teresa (1896), Rosa Victoria (1898) y Julio Octavio Ramírez Celi. Con doña Clara Luz Burneo tuvo a Avelino Ramírez Burneo (~1871); y con doña Salomé Nole, a Nicolasa (~1873) y a Amalia (~1877) Ramírez Nole.

Josefa Esterfilia Ramírez Celi (1889) Bautizada en Sullana. “De año dos meses”. El 4 de junio de 1888. Fueron sus padrinos el Sr. Dr d. Agustín Ruis y la señora Amalia Otoya del Valle. Contrajo matrimonio, en Sullana el 16 de mayo de 1914 con don Juan Rolando Houghton Checa, natural de Querecotillo. Fueron sus hijos Rolando Andrés (1916), Irma Rosa Esther (1918), Lillyam Isabel (1921), Mary René (1922) y a Joyce Eilleen (1924) Houghton Ramírez.

Luz Rosaura Ramírez Celi (1889) Bautizada en Sullana de tres meses y 24 días, el 6 de noviembre de 1889, fueron sus padrinos, Roberto Barreto por poder del señor Manuel E. Raygada y la señorita Amalia del Valle por poder de la señorita Julia Monesterio. Casada en Sullana el 11 de junio de 1927 con don Ramón Aberásturi Garteiz, de 40años, natural de Mundaca (Viscaya, España). Padrinos, don Juan R. Houghton y doña Esterfilia R. de Houghton. Fue su hijo Bruno Aberásturi Ramírez (1924-1961).

Manuel Reynaldo Ramírez Celi (1892) Bautizado en Sullana, el 30 de septiembre de 1892, de año seis meses, fueron sus padrinos don Vicente D. Ceballos y doña Natalia Coloma por poder de los señores don José María Celi y doña Josefa Aguirre. Hay otro registro en Sullana, del 7 de enero de 1886.

Teresa Evangelina Ramírez Celi (1894), bautizada en 1894, en la parroquia Sta. Rosa de Zapotillo. Padrinos don Salvador Ramírez y doña Carmen Celi. Según Manuel Lauro Ramírez Añazco, Casada con el señor López tuvo por hija a Luz López Ramírez.

Carmen Teresa Ramírez Celi (1896), bautizada en Sullana, el 14 de septiembre de 1896, de un mes, fueron sus padrinos, el Fr. Presbítero Dr. Emiliano Ramírez y Rosa Duarte de Zapata. Matrimonio en Sullana con Francisco A. López Velasco natural de Paita. El 17 de noviembre de 1923.

Rosa Victoria Ramírez Celi (1898), Bautizada en Sullana, de 10 días de nacida, el 30 de abril de 1898, por el cura interino de la parroquia de Sullana, fueron sus padrinos los señores Miguel Burneo y doña Victoria Escudero.

Julio Octavio Ramírez Celi, no se tiene información.

 Avelino Ramírez Burneo, bautizó en la parroquia de Zapotillo (Loja, Ecuador) a José Domingo (1896) e Isolina de Jesús (1898) Ramírez Carreño (con la señora Paula Carreño Zapata, natura de Sullana); y a Manuel Reynaldo (1904), María Sobeida (1906) y Luz Aurora Ramírez Granda con la señora Elena Granda Calero).

Nicolasa Ramírez Nole (~1873), no se han encontrado registros.

DOÑA ROSA RAMÍREZ AGUIRRE

Doña Rosa Ramírez Aguirre, nacida alrededor de 1844, de acuerdo a su registro de defunción del tres de diciembre de 1914. Fue sepultada en el cementerio de Sullana. "hiija legítima del señor Hermenegildo Ramírez y de la señora Josefa Aguirre". "A los setenta años de edad". "viuda de Canals". Contrajo matrimonio el veintiseis de septiembre de 1887, en la iglesia Santísima Trinidad de Sullana con el señor Jaime Canals Romagoza. Según Manuel Lauro Ramírez Añazco, heredó la hacienda Alamor, no dejó herederos y una vez viuda se fue a vivir con su hermana Juana, que había heredado la hacienda La Seiba. Según el mismo autor, cuando falleció doña Rosa, su tierra quedó en poder de los tres hijos de doña Juana Ramírez Aguirre. 

LA HACIENDA ROMEROS

Según Manuel Lauro Ramírez Añazco, don Hermenegildo Ramírez Duarte, antes de morir, dividió proporcionalmente en dos partes iguales sus tierras, de una de las mitades repartió seis haciendas, una para cada uno de sus hijos; la otra mitad que era todo lo que comprendía el predio “Romeros” quedó con doña Josefa Aguirre y sería repartida nuevamente en seis partes iguales cuando ella muriera, lo que no sucedió porque pasó a ser propiedad de don José María Ramírez Aguirre.

Del Testimonio de la “Escritura de Donación de Terreno Otorgada por Doctor César Augusto Guerrero Cueva, a Favor de la Fundación Científica San Francisco”, del 25 de junio de 2003, hemos resumido lo siguiente:

En 1902 se inscribió en la Registraduría de la propiedad del Cantón Celica el testamento otorgado por don José María Ramírez que fuera hijo de don Hermenegildo Ramírez y de doña Josefa Aguirre, en dicho testamento consta la propiedad denominada “Romeros” la misma que se encuentra ubicada en la Parroquia y Cantón Zapotillo, Provincia de Loja, antigua jurisdicción del Cantón Celica; posteriormente, se inscribió el testamento otorgado por don Salvador Ramírez Celi, que fuera hijo de don José María Ramírez y doña Carmen Celi, en la Registraduría del Cantón Celica el tres de diciembre de 1953, en el aludido testamento, el testador declara que deja a sus descendientes: Héctor, Humberto Nicanor, Rosa Amelia, Carmen Luzmila y Doda Brenilda Ramírez las haciendas de “Romeros y Guasimal” que fueron compradas por las escrituras públicas: del 23 de enero de 1927, del 21 de enero de 1935 y del 6 de junio de 1936. Posteriormente el Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonización, el 20 de junio de 1984 declaró la afectación parcial de la hacienda “Romeros”, por la causal de Reversión, en mérito a las consideraciones anotadas en el artículo 48 de la Ley de la Materia, predio que lo mantienen en propiedad pro indivisa los sucesores de don Salvador Ramírez Celi, por apelación, el Comité de Apelación de la Reforma Agraria resolvió 1) declarar la afectación del predio “Romeros” en la superficie de 636.89 Has. Mediante la causal de Reversión; 2) a) declarar la inafectabilidad de 23.93 Has a favor de los propietarios; y b) el resto del predio que constituye bosque natural y vegetación protectores que no podrán destinarse a otros fines sino los de protección que el Estado garantiza el Derecho a la Propiedad Privada sobre las tierras forestales y los bosques de Dominio Privado, la Resolución se inscribió el 14 de marzo de 1985. Mediante escritura pública de 21 de febrero de 1779, don Héctor Salvador Ramírez Ortiz vendió a don Juan Adalberto Ramírez Lacotera, los derechos y acciones que en calidad de heredero tenía en la hacienda Romeros, lo que fue inscrito el 11 de mayo de 1998. El 12 de julio de 2001, don Pablo Medardo Ramírez Ortiz vendió a don Marco Tulio Ramírez Lacotera los derechos y acciones que como heredero tenía de la hacienda Romeros, inscrita el 16 de julio de 2001. El 17 de enero de 2001, se concede la Posesión Efectiva, pro indiviso, de los bienes dejados por don Salvador de Jesús Ramírez Celi, a favor del doctor Silvio Ernesto Ramírez Lacotera. El 13 de febrero de 2001 conceden la Posesión Efectiva pro inidiviso de los bienes de don Salvador de Jesús Ramírez Celi a favor de: licenciado Víctor Augusto y Carmen Lastenia Ramírez Lacotera, Yandry Nemesio, Hilda Teresa y Gladis Rocío Lamar Ramírez, Mario Enrique, Fernando Humberto y Gladys Lucía del Cisne Ramírez Eguiguren; y Enma Luzmila Sánchez Ramírez. El 9 de agosto de 2001, los herederos de don Salvador Ramírez Celi, vendieron a don César Augusto Guerrero Cueva, comprado con dinero de don Iván Gayler con la condición de que sea donada a la Fundación Científica San Francisco, una vez saneada la propiedad. Area 5290 Has. Ubicada en la frontera. La fundación hoy se llama Naturaleza & Cultural Internacional NCI

DON FRANCISCO DE ACOSTA TÍO POLÍTICO DE DON FRANCISCO RAMÍREZ BALDÉS

Don Francisco de Acosta y Torre, fue tío político de don Francisco Ramírez Baldés, por matrimonio con doña María Baldés de Montenegro; y Calderón del Castillo, la misma que fue hermana de doña Marciana, esposa de don Manuel Ramírez de Arellano y madre de don Francisco Ramírez Baldés. Don Francisco de Acosta, fue natural de Sanlúcar de Barrameda, España; y se casó con doña María el 21 de enero de 1782, en la capilla de La Solana, perteneciente al “Partido” de Querecotillo, por el Teniente de Cura don José Santiago Incháustegui, tuvo como testigos a don Manuel Besada y Vilariño, a don Manuel Ramírez de Arellano y a don Dionicio Gómez. Obtuvo la licencia firmada por el obispo de Trujillo don Baltazar Jaime Martínez Compañón, el 4 de enero de mismo año de 1782. Para obtener la mencionada licencia, presentó solicitud y testigos el 20 de noviembre de 1781 ante el Dr. Don Luis José Freire Orbegoso, examinador sinodal del obispado de Trujillo, comisionado de los Tribunales de Inquisición, Cruzada y Diezmos, cura rector de la ciudad de Piura, vicario juez eclesiástico de la misma ciudad y provincia. Los tres testigos españoles presentados fueron, Ramón Naranjo natural de la villa de Pontevedra, de 20 años; Joaquín Durán natural de Sevilla, de 25 años; y  Antonio de la Barca natural de Sanlúcar de Barrameda, de 22 años. Por los testigos se puede saber que don Francisco de Acosta vivió un tiempo en Cádiz, con su madre en una casa contigua al convento de San Francisco, que en el 1777 partió de Cádiz al Callao en la fragata Aurorita en comboy con otras naves entre ellas la llamada Águila en la que viajaba uno de los testigos con el que vivió seis meses en la ciudad de Lima antes de  pasar a Piura donde adoptaron el oficio de “Corredor”, “en donde por sus recintos inmediatos han estado traficando por el tiempo de 28 meses girando por el rio de la chira en sus inteligencias y negociaciones.”

UBICACIÓN DE LA HACIENDA LA SOLANA EN DIBUJO DE 1820

EL ENTORNO DE LA HACIENDA LA SOLANA EN 1820

La imagen es parte del “Testimonio sobre el recurso de cura de la División de Querecotillo, Don Francisco Paula de Vera, pidiendo licencia para reedificar la iglesia del anexo nombrado Lancones que se ha arruinado con las aguas y exige ponerla en otro sitio proporcionado por que en el que estaba es una punta de cerro desabrigado y de mucha icomodidad”. “ 20 de junio de 1820”. El croquis adjuntado muestra la ubicación de las haciendas La Solana (“su dueño Dn. Manuel Valdés”), Lancones (“su dueño Dn. José Infante¨), Poechos (“su dueño Dn. Gregorio Maldonado, que antes lo fue Dn. Teodoro Gallo”), La Capilla, en La Punta, de Don José De Lama y Sedamanos. También se muestras otras haciendas como Somate, Guangalá, Tangarará (“propias del Sr. Marqués de Salinas”), Jaboey Negro (Jaguay Negro); y sitios como La Punta (Sullana), Salitral, Querecotillo, Chocán, Guaypirá de Somate, La Solana de Somate, Zapotillo en la provincia de Loja, el río de “la Lamor de Loxa”, donde se ubicaba la hacienda que fue de Don Manuel Ramírez de Arellano y Luego de Don Hermenegildo Ramírez Duarte.

DOÑA PAULA GODOS, MADRINA DE DON CARLOS AUGUSTO SALAVERRY RAMÍREZ

Doña Paula Godos (casada con el capitán don Andrés Díaz), fue hermana de doña María Luisa Farfán de los Godos y Ramos (1796) (esposa de don José de Lama y Sedamanos), hijas ambas del Regidor y Alcalde Ordinario don Diego Manuel Farfán de los Godos y Sedamanos y de doña Josefa Ramos y Castillo, nietas del Teniente Coronel, Maestre de Campo, Fiel Ejecutor del Cabildo de la ciudad de Piura don Diego Manuel Farfán de los Godos y Espinoza de los Monteros y de María Bonifacia de Sedamanos; y bisnietas de don Manuel Farfán de los Godos y de Anna Espinoza de los Monteros. Tanto su abuelo como su bisabuelo eran de Sevilla, España, donde el abuelo heredó un Mayorazgo de su hermano Martín Farfán de los Godos y Espinoza de los Monteros.
Don José de Lama y Sedamanos, fue el iniciador de una línea familiar que se ha entroncado bastante, de feliz manera, con la línea familiar de los Ramírez, siendo que los que compartimos, o que nuestros ancestros han compartido, el apellido De Lama, o Lama, somos un grupo muy considerable dentro de nuestro árbol familiar.