Don Francisco de Acosta y
Torre, fue tío político de don Francisco Ramírez Baldés, por matrimonio con
doña María Baldés de Montenegro; y Calderón del Castillo, la misma que fue
hermana de doña Marciana, esposa de don Manuel Ramírez de Arellano y madre de
don Francisco Ramírez Baldés. Don Francisco de Acosta, fue natural de Sanlúcar de
Barrameda, España; y se casó con doña María el 21 de enero de 1782, en la
capilla de La Solana, perteneciente al “Partido” de Querecotillo, por el
Teniente de Cura don José Santiago Incháustegui, tuvo como testigos a don
Manuel Besada y Vilariño, a don Manuel Ramírez de Arellano y a don Dionicio
Gómez. Obtuvo la licencia firmada por el obispo de Trujillo don Baltazar Jaime
Martínez Compañón, el 4 de enero de mismo año de 1782. Para obtener la
mencionada licencia, presentó solicitud y testigos el 20 de noviembre de 1781
ante el Dr. Don Luis José Freire Orbegoso, examinador sinodal del obispado de
Trujillo, comisionado de los Tribunales de Inquisición, Cruzada y Diezmos, cura
rector de la ciudad de Piura, vicario juez eclesiástico de la misma ciudad y
provincia. Los tres testigos españoles presentados fueron, Ramón Naranjo natural
de la villa de Pontevedra, de 20 años; Joaquín Durán natural de Sevilla, de 25
años; y Antonio de la Barca natural de
Sanlúcar de Barrameda, de 22 años. Por los testigos se puede saber que don
Francisco de Acosta vivió un tiempo en Cádiz, con su madre en una casa contigua
al convento de San Francisco, que en el 1777 partió de Cádiz al Callao en la
fragata Aurorita en comboy con otras naves entre ellas la llamada Águila
en la que viajaba uno de los testigos con el que vivió seis meses en la ciudad
de Lima antes de pasar a Piura donde adoptaron
el oficio de “Corredor”, “en donde por sus recintos inmediatos han estado
traficando por el tiempo de 28 meses girando por el rio de la chira en sus
inteligencias y negociaciones.”
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